Goleas en casa al Real Madrid y después pasan 6 partidos en los que no nos sale nada.
Tras esa eufórica y feliz tarde del 4-0 pensamos que nadie podría pararnos, recortábamos puntos a los rivales y seguíamos ascendiendo, estaba claro, pero se volvió oscuro, una sola semana después caíamos por dos goles en Galicia, lo que habíamos hecho no valía de nada...aunque pensamos que solo sería un mal día no pudimos resarcirnos ni en Alemania, ni en casa (solo fugazmente contra el Almería) ni en Sevilla, ni en Barcelona.
Desde ese día no atravesamos un buen momento, ni el Atleti ni tú.
Cuando nuestro pulmón, nuestra brújula, nuestra latido, nuestro eje, nuestro capitán no funciona, el equipo lo nota porque cuando tú estás bien, el equipo lo está.
Los tiempos malos vinieron, vinieron porque te has olvidado de lo fuerte que eres.

Grita a los que no creyeron ni confiaron en ti.
Has estado en peores y nunca he dejado que caminaras solo.
Yo creo, yo confío, en ti y en este equipo.
Mañana tenemos una final, sube esa cuesta, porque ahí arriba está el pulmón, la brújula, el latido, el eje, el capitán que necesitamos.
Mañana hay que dejarse el alma.
Mañana honor, valentía y sobretodo corazón.
Que vengan mil, que yo seguiré eligiendote a ti.
En el fútbol como en la vida, creer hasta vencer.
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